Microscopio de Laboratorio y Sus Partes

En los laboratorios existen una gran cantidad de materiales y herramientas que cumplen funciones muy específicas y necesarias dentro del área. Entre esos materiales se encuentra el Microscopio. A continuación, se hablará del tema, sabrás exactamente qué es este dispositivo y para qué funciona.
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¿Qué es un Microscopio y Para Qué Sirve?
Básicamente, un Microscopio de Laboratorio es un artefacto que, utilizando lentes de aumento óptico, permite ver objetos diminutos o hasta microscópicos que no son visibles al ojo humano.
Usos y Características de un Microscopio
Un microscopio tiene diversos usos, todos basados en sus características. Sin embargo, este objeto tiene un uso bastante general: ver objetos diminutos (microscópicos) en un gran tamaño, con suficiente iluminación, y con el enfoque adecuado para percibir suficientes detalles.
Este artefacto posee uno o más lentes según su tipo, además algunos otros aparatos que sirven para manipular su uso. Cumple una función bastante similar al de un telescopio, solo que el microscopio sirve para los objetos más pequeños.
Partes que conforman un Microscopio
Un microscopio posee en sí diferentes componentes que facilitan su uso, y que permite que dé los mejores resultados. En primer lugar, está el brazo, el cual une los lentes al visor. Luego está la base, que es el lugar en donde se apoya el objeto. Después están los oculares, que son los lentes que proyectan la imagen.
Sigue el iluminador, que es un artefacto ajeno al microscopio que brinda la luz necesaria para ver la materia. Después está la tabla, que es donde se coloca la sustancia. En el tambor están los diferentes lentes, los cuales pueden rotarse para mejor enfoque.
Siguen los tornillos macrométricos y micrométricos, que permiten mejorar el enfoque. También están los condensadores, que enfocan la luz hacia la sustancia. Por último están los objetivos, que son los lentes de aumento intercambiables.
Tipos de Microscopios
Básicamente, hay dos tipos de microscopios: los microscopios simples, y los compuestos. Los simples son los más comunes, y tienen un solo lente para agrandar el objeto. Los compuestos poseen un sistema más complejo de lentes, los cuales permiten combinarse y así tener una mejor visión de la sustancia observada.
Como se puede ver, el microscopio es un elemento sumamente útil dentro de un laboratorio, ya que este permite mejorar analizar sustancias sumamente pequeñas, lo cual puede resultar sumamente beneficioso en los campos de estudio que existen hoy en día.